PERSONAS QUE SOBREVIVIERON A LO IMPOSIBLE
Personas que han podido superar y sobrevivir a situaciones
extremas. Así podríamos describir el tema que hoy tratamos.
Algunos dirían que fue un milagro o que estas personas
tenían una fuerza de voluntad extraordinaria combinado con su apego por la vida
lo que les permitió salir airosos de tales situaciones.
Aron Lee Ralston
Aron es un montañero estadounidense que se dedica al
senderismo.
No siempre había sido así pues en el 2002 se dedicaba a la
ingeniería pero a partir de ese año decidió dedicarse a la escalada de los
picos más altos de Colorado, a los cuales se les conoce como Colorado
fourteeners y tienen como mínimo 14.000 pies de altura, de ahí el nombre en
inglés.
En el 2003, durante una de las actividades de senderismo que
se encontraba realizando, cerca del Blue John Canyon (por las proximidades de
Moab, Utah, Colorado) una roca se desprendería y aplastaría el antebrazo
derecho de Aron, dejándole atrapado contra la pared del cañón.
La situación empeora notablemente si tenemos en cuenta que
Aron no había dicho a nadie que iba a estar en ese lugar ni sus planes de
senderismo, por lo que evidentemente no iban a buscarle.
Pasaría 127 horas tratando de sacar su brazo, acabando
finalmente con el agua que tenía en su botella en esas horas y esperando lo
peor.
Debido a esto, con una pequeña navaja decidió tallar su
fecha de nacimiento, supuesta muerta y nombre en la pared del cañón, así como
grabar un vídeo para sus familiares con la pequeña cámara que solía llevar a
sus excursiones.
Debido a la deshidratación, alucinaciones y delirios Aron
iba a morir allí si no hacía algo pronto, puesto que además estaba perdiendo la
cordura.
Decidió no obstante que la única solución coherente era
amputarse el brazo, para lo cual tuvo que usar una navaja multiusos de pequeño
tamaño sin afilar.
Una vez liberado, sin embargo, sus problemas no habían
acabado; pues se encontraba a 27 km de su vehículo y no tenía teléfono móvil.
En su terrible estado, deshidratado, hambriento y moribundo,
tuvo que hacer rapel, caminar por el cañón bajo el caluroso sol de mediodía y
levantarse varias veces pues también se desplomaría en ocasiones.
Además,
temería por su vida en varios momentos debido a que los buitres carroñeros ya
estaban comenzando a sobrevolarle.
Todos los esfuerzos que Aron estaba haciendo se verían
recompensados, pues en mitad de su infernal camino de vuelta por el cañón, se
encontraría con tres turistas. Estos atenderían a Aron y avisarían a las
autoridades.
Finalmente, el protagonista de toda esta hazaña fue
rescatado por un equipo de búsqueda en helicóptero seis horas después de la
amputación de su brazo.
A día de hoy Aron Ralston ha contraído matrimonio, tenido un
hijo y sigue practicando senderismo.
Como notables logros, después del suceso que marcaría su
vida, ha escalado el monte Denali, en Alaska y subió el monte Kilimanjaro en
Tanzania, en expediciones en solitario, entre más hazañas.
Aron junto a James Franco, el actor que le interpretó en el cine. |
Aron y su esposa en la presentación de la película "127 horas". |
Vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya
En octubre de 1972, un avión de la fuerza aérea Uruguaya partió
del Aeropuerto Internacional de Carrasco.
En él viajaba todo el equipo de rugby Old Christians del
club de exalumnos del Colegio Stella Maris de Montevideo y se dirigían a jugar
un partido contra los Old Boys (otro equipo de rugby de Santiago de Chile) y su
destino por lo tanto se encontraba allí.
El equipo "Old Christians" |
El temporal no ayudaba, había fuertes tormentas. Pero debido
a la fecha del partido, tan solo pudieron pasar una noche en el aeropuerto de
Mendoza, Argentina. El temporal no amainó y no contaban con mucho más tiempo,
por lo que a la tarde del día siguiente tuvieron que retomar su viaje, aunque
hubiese alto riesgo de tormenta.
Si bien en el viaje en sí no hubo muchas dificultades, el
peor momento llegaría a la hora del aterrizaje.
Lugar donde se estrelló el avión |
Debido a las fuertes ráfagas de viento y niebla hacía muy
difícil calcular la posición exacta del avión y por lo tanto el piloto aseguró
que divisaban Curicó, motivo por el cual la torre de control de Santiago
autorizaría el aterrizaje, pensando que se encontraban cerca del aeropuerto de
Pudahuel al oeste de Santiago de Chile, cuando en realidad se encontraban
aproximadamente 50 km más al norte, sobrevolando la cordillera a la altura de
San Fernando, a unos 70 o 100 km de su destino.
El avión por lo tanto empezó a descender, para después de
abrirse paso entre la densa niebla y descubrir para el asombro y desgracia de
todos los que iban en el avión que en realidad se habían metido en un largo
cajón de aproximadamente 12 km de elevadas cimas, picos y cumbres. Por lo que
los pilotos pudieron darse cuenta horrorizados de que el avión estaba en rumbo
frontal de colisión con la parte final del cajón cerrada por un alto risco.
Pese a los esfuerzos del piloto, la estructura chocaría
inevitablemente con algún risco y comenzaría a descender aún más. En el momento
de esa colisión murieron al instante cinco personas.
Después de perder las dos alas el aeroplano, el fuselaje que
era lo único que quedaba en pie, aún conservaba bastante velocidad, por lo que
acabaría golpeando tangencialmente el terreno nevado y resbaló por una amplia
ladera nevada y empinada de más de 1 km de largo hasta detenerse en un banco de
nieve.
Restos del avión |
El sitio donde acabarían los restos del avión y por
consiguiente los supervivientes, es una pendiente de los Andes, en el glaciar
de las Lágrimas, en la alta cuenca del río Atuel, Mendoza, situado en el
centro-oeste de Argentina.
Algunos de los pasajeros morirían al ser comprimidos por sus
asientos, por la fuerza de la inercia. Otros sufrirían traumatismo
craneoencefálico y muchos de los que sobrevivieron se encontraban atrapados,
debido a que los asientos se habían separado de sus bases.
También hubo gente que solo recibió heridas leves o incluso
salieron ilesos debido al efecto de amortiguación que ocurrió.
El piloto Julio Ferradas había muerto instantáneamente,
víctima de un TCE y el copiloto Dante Lagurara murió congelado tras agonizar
toda la noche, al amanecer del día siguiente.
Marcelo Pérez, el capitán del equipo de rugby, organizó a
los ilesos para ayudar a liberar a los que seguían atrapados y a los heridos,
despejando el fuselaje para prepararse para la noche.
En el avión se encontraban 45 personas, de las cuales
murieron 18 a causa, o bien del forzoso aterrizaje o de las secuelas que este
produjo.
Los 27 supervivientes restantes tuvieron que enfrentarse a
duras condiciones ambientales de supervivencia en las montañas congeladas, aún
en plena época de nevadas (de -25 a -42 °C).
Durante varios días las partidas de rescate intentaron
localizar los restos del avión sin éxito. Incluso algunos aviones estuvieron
cerca del lugar, pero muy alto para poder encontrarlos.
Hay que tener en cuenta que, evidentemente, no tenían ni si
quiera la ropa adecuada para poder aguantar las temperaturas por lo que fabricaron
elementos y utensilios ingeniosos tales como, guantes (con los forros de los
asientos del avión), botas (con los cojines de los mismos) para evitar hundirse
en la nieve al querer trasladarse, y “gafas” (con el plástico tintado) para
resistir el frío y poder protegerse de la nieve.
Para evitar la hipotermia, en las noches más frías, tenían
que darse masajes para reactivar la circulación e intentaban mantener la
temperatura corporal en contacto entre ellos.
En el undécimo día en la montaña los supervivientes
escucharon por una radio con pilas, horrorizados y desesperados, como se
anunciaba que se suspendía su búsqueda.
La noche del 29 de octubre, después de dieciséis días allí,
un alud sepultaría los restos que quedaban del avión, enterrando prácticamente
por completo a todos los supervivientes. Intentaron hacer todo lo posible para
excavar y rescatar a sus compañeros, pero fue imposible. Ocho personas murieron
asfixiadas bajo la nieve, incluyendo al capitán del equipo Marcelo Pérez y al
último pasajero de sexo femenino, Liliana Navarro de Methol.
Las otras 19 personas que también quedaron atrapadas allí,
aunque vivas, se esperaban lo peor, pues podían acabar teniendo el mismo
destino. Por si fuese poco, el oxígeno se les empezaría a acabar poco tiempo
después y no tendrían alimentos.
Sea como fuere, 16 consiguieron sobrevivir a aquello y salir
del fuselaje.
Debido a la escasez de alimentos llegarían a la decisión
grupal de tener que verse obligados a alimentarse de algunos de los restos de
sus compañeros.
A principios de diciembre, deciden ir a buscar ayuda, debido
a que no podían encontrar ningún medio para ponerse en contacto con el
exterior.
Por lo tanto, Fernando Parrado y Roberto Canessa son los que
salen en busca de ayuda.
Y tras diez largos días andando sin saber exactamente adónde
se dirigían consiguen llegar a la precordillera de San Fernando, después de 59
km aproximadamente.
Al otro lado del río que Fernando y Roberto intentaban
bordear, se encuentran con un arriero quien resultó ser Sergio Hilario Catalán
Martínez, de 44 años. Acto seguido de enterarse de la terrible situación se
dirige al retén de Puente Negro a cargo de Carabineros de Chile con el capitán
Leopoldo Vega Courbis al mando. Allí, Sergio da la noticia, y se disponen a
rescatar al resto de personas en tres helicópteros.
El rescate fue complicado pues había niebla muy densa y no
habría sido posible sin la ayuda de Fernando para poder encontrar la situación
del vehículo siniestrado.
Hubo que hacer hasta dos viajes para poder rescatar a las 14
personas restantes que allí todavía se encontraban, y aunque el segundo grupo
de rescatados tuvo que esperar una noche más, esta vez estarían al menos
acompañados por miembros del equipo de rescate y con comida.
Finalmente, todos fueron trasladados en los helicópteros a
Santiago de Chile para allí ser por fin atendidos por médicos.
Supervivientes |
Los protagonistas de esta historia junto a sus familias |
Este caso inspiraría tiempo después la película “Viven”, entre otros títulos.
Roberto Canessa junto a Josh Hamilton |
Carátula del film de 1993 |
Si queréis saber más sobre esta historia, podéis visitar la página oficial, en la que se informa con más profundidad de este suceso.
Escrito por: Fran "Dela" y Aurifex
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