jueves, 24 de enero de 2019


Los Misterios de El Monasterio

de San Lorenzo de El Escorial




Felipe II, el monarca atraído por lo oculto
     El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial tiene más de 400 años de historia y está rodeado de un halo de misterio y de leyendas. Se encuentra en la Comunidad de Madrid, a escasos 50 kilómetros de la capital. Sus cientos de estancias han visto pasar a los reyes de España desde Felipe II, quién ordenó su construcción en 1563. Una construcción ambiciosa y megalómana que duró hasta 1584. Fueron años que la llenaron de misterios y leyendas. Y he aquí algunas de ellas. Unas curiosas y otras inquietantes. MUY inquietantes....

      1.    Las puertas del infierno.

      La primera de las leyendas es la que dice que el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, se construyó en ese lugar porque se pensaba que allí estaban situadas las puertas del infierno y con él encima, éstas podrían taparse. El origen de esta creencia es difuso. Por un lado se piensa que es porque allí había una mina con sus profundas galerías pero por otra parte se alude a una gran tormenta que ocurrió el día en el que los técnicos del rey fueron a inspeccionar lugares para su emplazamiento y los relámpagos y rayos que allí cayeron les hicieron decidir que lo construirían ahí. En la zona en la que se halla situado, el magnetismo terrestre hace que las brújulas se alteren, lo que lleva a pensar que pueda estar construido sobre un vórtice energético. Además, se dice que la silla de Felipe II, (que es un conjunto de piedra de forma escalonada, desde donde el monarca supervisaba la construcción de El Escorial), está construida sobre un altar vetón (pueblo celta que ocupó el oeste de la Península antes de la llegada de los romanos), donde se celebraban sacrificios de animales y presumiblemente humanos en la Antigüedad. 

      2.     La pisada del Diablo. 

La pisada del Diablo
          En el camino que sube hacia el monumento llamado La Silla de Felipe II, unos mil metros antes de llegar se encuentra un mirador llamado "La pisada del Diablo" o "La huella del Diablo", donde se puede apreciar un pequeño socavón o cráter en el suelo de granito. Está dentro de los límites de la finca de "Los Hermitaños". Se dice que ya desde el sigo XVI el Diablo recelaba de aquel lugar (bosque de la Herrería) donde había multitud de Ermitas. La leyenda de esta peculiar cicatriz en la roca cuenta que una muchacha llamada Martiña, devota de la Virgen María, se encontró el Diablo disfrazado de peregrino. El hombre intentó persuadir a la muchacha para que renegara de la Virgen. Ante la negativa de ésta el Diablo mostró su verdadera forma, y enfurecido saltó sobre la piedra provocando una fuerte explosión que formó la huella en la roca, antes de precipitarse al abismo.

3.     El perro negro.

       Cuenta la leyenda que una vez iniciadas las obras, un perro negro se paseaba por las noches y con sus ladridos interrumpía las obras. El rey Felipe II decidió que le dieran caza y una vez muerto lo colgaron de una de las torres donde su cadáver permaneció durante mucho tiempo. Se pensaba que podía ser un enviado del infierno ya que allí se supone que había una de las puertas por las que se accedía a él. Años más tarde, cuando el rey se retiró allí para morir, afirmaba que seguía oyendo los ladridos.

4.      En busca de la piedra filosofal.

La gran Biblioteca de Felipe II
Dicen que Felipe II estaba obsesionado con la piedra filosofal y que utilizaba la alquimia y a los alquimistas para dar con ella. Por este motivo, Felipe II reunió en la gran biblioteca del monasterio, gran cantidad de libros y tratados relacionados con esta misteriosa ciencia, así como literatura sobre magia y astrología. De hecho se dice que llegó a consumir brebajes. Pero lo cierto es que Felipe II estaba interesado en la alquimia por su delicada salud porque creía que a través de esta ciencia mejoraría. Mandó construir la llamada Casa de Aguas, que estaba destinada a enfermería y botica, pero que en la práctica se utilizó como un enorme laboratorio de alquimia donde, entre otras cosas, se trató de encontrar la piedra filosofal. La biblioteca también es un lugar clave en la historia esotérica de El Escorial. Felipe II colocó a su cargo a Benito Arias Montano, que formaba parte de la sociedad secreta cristiana Familia Charitatis (‘Familia de la Caridad’) y a quien el duque de Alba había encargado en 1569 la elaboración de un nuevo Index librorum prohibitorum, el catálogo de libros prohibidos por la Iglesia. Allí se encuentran más de 40.000 libros y 2.500 manuscritos de los siglos V al XVII, miles de ellos dedicados a la brujería, la alquimia, la demonología y los conjuros, como el tratado de magia Enchiridion de León III, lo que la convirtió en la biblioteca más importante de libros de magia. Muchas de estas obras estaban prohibidas por la Iglesia. 
Quizá el rey Felipe II mantuvo una guerra oculta contra el mal y de ahí viniera su pasión por los libros de magia, la alquimia… y también por las reliquias. No en vano, El Escorial reúne una de las mayores colecciones de reliquias de todo tipo, a las que se atribuía el poder de la salvación del alma o del cuerpo, provenientes de todos los rincones de España y de Europa, hasta alcanzar un número que según se dice supera las 7.000.

5.      Sala de los secretos.

Muy poca gente conoce que esa pequeña sala oscura y sin ningún ornamento que está después del panteón de Infantes es conocida como sala e los secretos. Y es que Juan de Herrera, el arquitecto, consiguió que dos personas colocadas en ángulos opuestos pudieran conversar, sin chillar y con enorme claridad, mientras que los que estaban en medio no oían nada.

     6.     La parrilla.
 
  Dicen que la planta del monasterio está inspirada en una parrilla en alusión a la muerte que tuvo San Lorenzo (quemado), esta es una de las leyendas más macabras. 




     
      7.      La llave maestra.

Durante el reinado de Felipe II, a todos los súbditos que tenían llaves de las estancias les llamaba la atención que ellos tuvieran varias llaves y tuvieran que dar tres vueltas en cada puerta para abrirlas, y el monarca solo tuviera una y con una vuelta en cada puerta bastara. 

  8.      El renegado.
Vista del monasterio
Una de las mejores leyendas es la del renegado. Cuentan que un obrero del monasterio, creyendo en los rumores de que el rey no podría sufragar los gastos de tan magna obra, se hizo con una bolsa llena de monedas y huyó al monte con tan mala suerte que cayó en una ciénaga y se hundió allí con todo el dinero que había robado, de ahí que se diga que en el pecado llevó la penitencia. 

    9.      Las esposas de Felipe II.

       Ya hemos hablado de algunas apariciones en el monasterio. También se decía que las cuatro mujeres de Felipe II (María de Portugal, María Tudor, Isabel de Balois y Ana de Austria) paseaban, después de muertas, con cirios en sus manos por la lonja del monasterio durante las noches de luna llena. 
     
      10.   Apariciones de la Virgen.

Luz Amparo Cuevas
Esta es una de las leyendas recientes. ¿Os suena el nombre de Luz Amparo Cuevas? Se hizo muy conocida porque entre 1981 y 2002 afirmó ser testigo de varias apariciones de la Virgen junto al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y de hecho el lugar continúa siendo a día de hoy de peregrinación. Curaciones milagrosas, estigmatizaciones o movimientos del Sol son algunos de los fenómenos que supuestamente se han producido allí.


  11.      Estatua de San Lorenzo.

Estatua del San Lorenzo
      Estaba claro que (el protagonista) que da nombre al municipio de San Lorenzo de El Escorial tenía que tener una estatua en el monasterio y sobre él también recae una leyenda: se dice que la figura mira hacia la montaña que tiene en frente, hacia el lugar donde dicen que hay escondido un tesoro que nunca ha sido hallado.





Quisiera remarcar que según se cuenta, todas las relíquias que Felipe II fue adquiriendo a lo largo de los años, eran parte del plan para sellar la puerta del infierno, que se esconde en los túneles del sótano de El Escorial. Estaban dispuestos en ciertos lugares especiales, con el propósito de formar una gigantesca cruz. Tal y como está edificado el monasterio si se ve desde el cielo. Nada se dejó al azar en su edificación. De hecho, incluso el dictador Francisco Franco, sabiendo el poder que existe en el lugar, ordenó construir El Valle de los Caidos en línea con El Escorial y el monte Abantos.
El propio monte Abantos, es un lugar de avistamientos OVNI y otros extraños fenómenos desde hace siglos. Las mediciones de los expertos han demostrado que en el lugar hay alteraciones energéticas telúricas.

Como veis, un lugar lleno de misterios, que se quedarán sin desentrañar durante muchos siglos más. ¿A caso no oís los ladridos del perro negro? 

✝️ * 🐺 * 👑



POR: AURIFEX
 

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