viernes, 8 de marzo de 2019

ESPECIAL: CRIPTOZOOLOGÍA


Los leones de Tsavo
John Henry Patterson

Marzo de 1898. El teniente coronel John Henry Patterson llegó a Kenia (en África) para supervisar la construcción de un puente ferroviario sobre el río Tsavo. (Tsavo significa “lugar de matanza” en el idioma de los kamba, la tribu que poblaba la zona, en recuerdo de las batallas entre ellos y sus vecinos masai). El proyecto del Ferrocarril de Kenia-Uganda, pronto se convirtió en un infierno por culpa de dos leones. Los trabajadores los llamaban Fantasma y Oscuridad. Por las noches se infiltraban en el campamento y se metían en las tiendas de los trabajadores y se los llevaban fuera para matarlos y devorarlos. Las víctimas podrían llegar al centenar y lo raro del asunto es que eran dos machos, no tenían melena y su guarida estaba en una cueva, donde encontraron restos humanos por doquier. Los británicos ordenaron al teniente coronel Patterson acabar con los animales, pues el temor entre el personal africano e indio, podía convertirse en un motín con mucha facilidad. Algunos brujos señalaban que era un castigo al hombre blanco por invadir su país y llamaban a la sublevación y no colaborar en la construcción del ferrocarril. Además, existían enfrentamientos entre los trabajadores indios y africanos, porque se echaban la culpa mutuamente de la presencia de los leones en el campamento.



Mapa del lugar al que llaman "Matanza"
Patterson junto a una de las trampas
Se rodeó el campamento con trampas y arbustos espinosos, pero los leones lo sorteaban sin hacer ruido. Lo más terrorífico fue descubrir que no mataban por hambre, pues muchas veces dejaban los cuerpos desgarrados. Simplemente mataban y volvían a matar, hasta que eran descubiertos y huían. Volvían y se llevaban a alguien para alimentarse, pero la mayor parte de la carne la dejaban intacta. Eran terriblemente silenciosos y sólo se percataban de su presencia, por los gritos que desgarraban la noche. Aunque no se amilanaban durante el día, su audacia les hizo atacar, sin que los trabajadores pudieran defenderse. Incluso sortearon las llamas del fuego sin el menor temor, para saciar su sed de sangre. Se movían como fantasmas sin hacer ruido, hasta que decidían hacerse visibles, en el preciso momento de atacar.

La caverna que fotografió Patterson
Patterson salió en su busca, dispuesto a cazarlos. Preparó trampas y les esperó, pero los leones se comportaron de manera anómala. No atacaban cuando se les incitaba a hacerlo y sabían esquivar las trampas para seguir matando en el campamento. Patterson fue con una partida tras los leones, pero dado que los campos se extendían a kilómetros a lo largo del río, era difícil saber dónde se ocultaban. Según el diario del propio Patterson, parecían sobrenaturales por su malicia e inteligencia. Encontró la guarida de los leones, una cueva que parecía el mismísimo infierno, lleno de cadáveres humanos mutilados y medio devorados. Se dio cuenta de que los leones no cazaban para alimentarse, sino por placer. El placer de matar.



Patterson posa junto a uno de los leones
Después de varios intentos fallidos de cazarlos, el 9 de diciembre de 1898, nueve meses más tarde desde que comenzaron los ataques, Patterson logró abatir a uno de los leones de varios tiros. Veinte días más tarde acabaría con el segundo león, aunque no le sería tan fácil como esperaba. En el diario de Patterson, cuenta cómo (subido a un árbol) necesitó nueve disparos para acabar con el animal endemoniado. El león hizo caso omiso de los disparos lanzándose contra él para matarlo. Y casi logra su objetivo; sólo el tiro en la cabeza terminó con su vida, quedando sus grandes fauces fuertemente agarradas en una rama del árbol en el que Patterson se hallaba y a escasos centímetros de este. Parecía querer llevárselo con él, al infierno del que había salido.



El segundo león abatido por Patterson
El mayor de los dos, medía tres metros desde la nariz a la punta de la cola y se necesitaron ocho hombres para poder trasladar su cuerpo hasta el campamento. La construcción del puente se completó en 1899 sin más incidentes. Los cuerpos de los animales fueron vendidos al Museo Field de Historia Natural de Chicago en 1924. Hoy día se siguen exponiendo allí y es imposible no sentir un escalofrío al mirar sus ojos sin vida. Quizá porque hay demasiado de nosotros mismos en ellos.




Los leones disecados del Museo Field
Según teorías recientes y tras el descubrimiento de los fósiles mejor conservados de varias crías del león de las cavernas, se piensa que los leones de Tsavo, pudieron ser descendientes o los últimos de su especie, una especie que se creía extinta desde hacía 10.000 años. El león de las cavernas es el antecesor de los leones actuales caracterizándose por su gran tamaño, su agresividad y ferocidad, su ausencia de melena y por utilizar cuevas y cavernas como guarida, cosa que no hacen los leones de ahora.

Patterson en la construcción del ferrocarril
Los leones de Tsavo tienen fama de ser los más peligrosos y agresivos del continente. A veces no dudan en saltar sobre un todoterreno de turistas y golpear sus ventanillas o morder las ruedas. Su aspecto difiere bastante del león nubio, el más estudiado y que campa por Tanzania, Etiopía y gran parte de Kenia a pesar de pertenecer ambos a la misma especie. Podemos destacar su gran tamaño, ya que pueden superar los tres metros de longitud y pesar 50 kilos más que sus parientes de la sabana. Por otra parte, los machos participan tan activamente o más que las hembras en la caza. Además, generalmente no poseen melena, o en su caso, está formada por una rala cresta y enmarañadas patillas. Expertos naturalistas y científicos han estudiado estos leones llegando algunos a la conclusión de que podrían ser una subespecie primitiva emparentada con los supuestos extintos leones del Norte de América y Europa (leones cavernarios), teoría que se ve reforzada por sus notables diferencias morfológicas y la inusual tendencia de esta especie a vivir en cuevas.

El estudio de los cráneos de estos dos felinos verificó que se trataban de leones sanos; y aunque Fantasma tenía un colmillo roto y su cráneo había sufrido una deformación en la primera etapa de su vida, se descartó que fuera motivo alguno para inutilizarlo, pues igual siguió alimentándose de presas salvajes. El estudio de sus dientes demostró que no devoraban sólo a seres humanos, tan sólo era una presa más que se incluía en su menú habitual de búfalos, cebras, impalas, o facóqueros.

 
Dentadura de ambos leones
Fueran o no leones de las cavernas o sus descendientes, lo extraño es que eran dos machos trabajando juntos, (sin que hubiera hembras) y esto desconcierta a los expertos hasta el día de hoy. Tan sólo su recuerdo, despierta hoy día el temor entre los lugareños y aún se cree, que eran espíritus de guerreros vengativos, demonios de la noche que castigaban al hombre por su osadía al intentar, de forma vana, conquistar a la Madre Naturaleza.




La leyenda del la
Araña Gigante del Congo

Las J’ba Fofi



Pronunciado “ch ba fuu fii” de acuerdo con la entonación española, el término significa literalmente “araña gigante” en el idioma nativo de la región. Hace referencia a una especie de tarántulas particularmente grandes cuya envergadura, de acuerdo con la leyenda, está entre metro y medio y dos metros de extremo a extremo de las patas.
 
Dichas arañas son capaces, gracias a su inmenso tamaño, de cazar a todo tipo de animales, desde lagartos y aves hasta leopardos, antílopes, monos y cocodrilos, pasando, según el testimonio de varias tribus y algunos misioneros por seres humanos.
 
Una aproximación al tamaño del monstruo

Las redes de la araña recorren la selva en dirección a una especie de “trampa subterránea” tan conocida en estos animales, que consta con una especie de “tapa” que puede abrirse y cerrarse desde adentro, encerrando a la desprevenida víctima con el monstruo. De acuerdo con los testimonios, el veneno del animal es particularmente potente y puede acabar en minutos (horas, como máximo) con la vida de una persona. 

Avistamientos de la criatura
 

Se reconocen dos avistamientos importantes de la supuesta araña gigante del Congo: uno en 1890 y un en 1938. Desde entonces todo lo que tenemos es una serie de relatos inconexos, leyendas regionales y avistamientos por parte de misioneros y nativos que suelen ser confusos.

El primer avistamiento, en 1890, fue realizado por un Gentleman inglés llamado Arthur Simes, quien se encontraba explorando las costas del Lago Nyasa en la actual Uganda en ese año. Varios de sus hombres comenzaron a enredarse en unas redes pegajosas que estaban adheridas al suelo y no pasó mucho tiempo cuando 2 arañas de más de un metro de envergadura salieron de la densa selva y los picaron. Simes fue capaz de asustarlas usando su arma (aunque según dijo, no logró herir ninguna), pero sus hombres entraron en un fuerte delirio y murieron a los pocos minutos sin que él pudiera hacer nada para evitarlo.

El segundo caso, en 1938, ocurrió cuando una pareja de colonos de Rhodesia, Reginald y Margurite Lloyd, que se encontraban explorando las regiones del entonces llamado Congo Belga se encontraron con una criatura extraña en el camino. Originalmente pensaron que era un felino y detuvieron su vehículo para dejarla pasar, pero pronto notaron que eso no era ningún felino. Se cuenta que la araña cruzó demasiado rápido para poder fotografiarla, y la Señora Llyod quedaría tan impresionada con la experiencia que le exigiría de inmediato a su marido el volver a su nativa Rhodesia.


Si queremos creer en los avistamientos, esta es la única hipótesis viable. Un pariente cercano de las arañas de gran antigüedad: el único descendiente de su raza y que maneja una biología que nos es desconocida. Sería un verdadero fósil viviente de las selvas del Congo, que lleva oculto millones de años del resto del mundo.


https://www.elpensante.com/la-leyenda-de-las-aranas-gigantes-del-congo/


La Bestia de Gévaudan


Mapa de Francia y donde se situa Gevaudán
Mapa de Gevaudán
En 1764, Francia comienza a padecer los asaltos de un extraño animal, parecido a un lobo, pero con mucha más fuerza y más grande, que durante tres años mata a cerca de 100 personas en salvajes ataques, casi siempre niños y mujeres que estaban solos. Era un momento muy delicado para el país porque la nobleza se enfrentaba a un creciente malestar popular por el hambre, la pobreza y la injusticia, que acabaría estallando en la revolución de 1789. Se abatieron varios lobos especialmente imponentes, pero los ataques continuaron. La Bestia de Gévaudan, masacró a más de un centenar de mujeres y niños entre el 30 de junio de 1764 y el 19 de junio de 1767 en el actual departamento de Lozère, región de Occitania, en el sur de Francia. Este animal entraba en las aldeas a plena luz del día, sacaba a los niños de a las casas y los devoraba, atacaba a los pastores en los campos y frustraba las muchas trampas que organizaban contra él. Muchas tropas enviadas por el rey y distinguidos cazadores se movilizaron para matar a este voraz monstruo durante tres años, sin éxito. Se convirtió en un asunto de Estado y hubo una recompensa por su captura. El número de lobos en la región descendió rápidamente, sin que los asesinatos de La Bestia cesaran.

El cuerpo de dragones de caballería del rey, aldeanos y cazadores experimentados, fueron tras La Bestia y varias declaraciones afirman, que las balas rebotaban sobre la bestia, como si su piel fuera extremadamente dura, o tuviera alguna clase de armadura. Según varias declaraciones y descripciones sobre La Bestia, esta, no era un lobo como se afirmó en un principio. Era del tamaño de un caballo, con rayas negras en los cuartos traseros, de pelaje rojizo y una cresta de pelo largo sobre el lomo. Su cola era larga y musculosa, y su mandíbula bien desarrollada y llena de dientes. Además de saltar por una pared y otras hazañas, que se alejan de lo que puede hacer un lobo, por muy grande y fiero que sea. Las huellas eran enormes y se calcula que podría pesar hasta 100 kilos.



Luis XV de Francia
Atacaba a mujeres y a niños sobre todo. Huía de los hombres, pero no dudaba en atacar si se veía acorralado. Despedazaba a sus víctimas de manera inusual, algunas víctimas eran partidas por la mitad y otras eran decapitadas. La fuerza que hay que ejercer para realizar tales actos, hacía pensar que se trataba del mismísimo Demonio. Se hablaba de una bestia exótica escapada de un circo, de un hombre lobo, de un asesino en serie, o varios, incluso se pensó en un complot contra el rey Luis XV o un castigo divino. De hecho, los británicos, enemigos de Francia, publicaban en sus periódicos la inutilidad del rey para frenar las muertes de sus conciudadanos.



Estatua dedicada a la valentía de Valet
En un testimonio jurado registrado en 1765, Beauterne relató la historia de Marie-Jeanne Valet y su encuentro casi mortal con la Bestia y su lucha por sobrevivir. Ella la describió como un perro inusualmente grande. Según el relato, Valet estaba cruzando un río a través de una pequeña área boscosa, cuando se volvió para descubrir a la bestia detrás de ella. Mientras La Bestia se lanzaba hacia ella para devorarla, la joven tuvo el instinto de levantar en alto la lanza casera que llevaba de apoyo para caminar por el bosque. La fuerza y el peso de La Bestia hicieron que se clavara la lanza. Herida pero no muerta, la bestia se revolvió y rugiendo en voz alta, rodó hacia las aguas del río. Esto no acabó con ella, pues los ataques se reanudaron poco después.


Ilustración que muestra cómo debía ser La Bestia
Un gran lobo fue abatido por François Antoine, arcabucero del rey, en septiembre de 1765 en la propiedad de la abadía real de Les Chazes, y embalsamado en París. Para muchos historiadores, la caza de este lobo fue una mascarada para poner fin a los rumores mediáticos que avergonzaban al Rey. Porque la masacre comenzó de nuevo de manera más cruenta, pocos meses después de la muerte del lobo asesinado por el arcabucero. Las muertes continuaron hasta que un extraño personaje, Jean Chastel, acabó con una criatura en junio de 1767. De acuerdo a la tradición y a diversas novelas subsecuentes, él se colocó en un punto despejado para ofrecerse a la bestia y abrió su Biblia. Al estar frente a la bestia, le disparó dos balas de plata, obtenidas de una medalla que tenía grabada la imagen de la Virgen María, y que había fundido previamente para hacer las balas. El último tiro acertó en el corazón de la bestia. Sin embargo, afirman que la bestia se quedó mirándolo fijamente por un momento. Este habría sido un aberrante comportamiento de la bestia, quien usualmente atacaba a primera vista. Algunos creen que esta es la prueba de que Chastel tenía conexión con la bestia o que incluso él la había entrenado. El hijo de Chastel, Antoine, se dijo que guardaba al animal en su colección de animales salvajes.
Monumento a Jean Chastel
Jean Chastel tenía fama de pertenecer a una familia de brujos, acusada a su vez de diferentes crímenes y, sobre todo, de ejercer poderes sobre los animales para azuzarlos contra los hombres. Como esto son habladurías sin pruebas, el misterio perdurará para siempre en aquella región, siendo hoy día un reclamo turístico para curiosos ávidos de relatos sangrientos de La Bestia de Gévaudan.


Tras la muerte de aquella criatura a manos de Chastel, las matanzas se detuvieron sin más. La extraña bestia fue enviada a París, pero como llegó en un estado avanzado de putrefacción, el rey no quiso verlo y ordenó que se deshicieran de él. Nunca se sabrá si aquella criatura era otro de los bulos, para cobrar la recompensa, o era la auténtica Bestia de Gévaudan.



Después de esa fecha, no se registraron más muertes por animales feroces en Gévaudan. Las investigaciones de varios historiadores, entre ellos Michel Louis, atribuyen la ferocidad de los ataques a un animal entrenado, presumiblemente, por el conde de Morangiès, un antiguo oficial y mosquetero de dudosa reputación, con la ayuda de un guarda de caza, Antoine Chastel, hijo del propio asesino de la Bestia. Teorías existen muchas sobre la naturaleza de La Bestia: que si era una hiena traída de África, un león entrenado, un híbrido de lobo y algo más…



Los ataques ocurridos en Gévaudan no fueron casos aislados. Un siglo antes, en 1693, ocurrieron ataques similares en Benais, donde hubo cerca de 100 víctimas, la mayoría mujeres y niños. La bestia responsable fue descrita de forma muy similar a la de Gévaudan. Durante los sucesos de Gévaudan fue vista una bestia el 4 de agosto de 1767 en Sarlat, una región con cuevas prehistóricas situada cerca de Gévaudan. Cuatro décadas después, entre 1809 y 1813, hubo más ataques en Vivaris, donde hubo al menos 21 víctimas (niños y adolescentes). Entre 1875 y 1879, hubo más ataques en L'Indre. Todos estos ataques ocurrieron en periodos de 4 años. Existen informes de ataques y avistamientos de criaturas similares hasta 1954.


La teoría de que fueran leones de las cavernas, como los de Tsavo en 1898, han cruzado por la mente de más de un experto, pero solo son eso. Teorías.



Cabe destacar, que para el cine ha sido un trozo de carne apetitoso, ya que ambos hechos han sido adaptados con gran notoriedad. La Bestia de Gévaudan fue el argumento de la película francesa “El Pacto de los Lobos”, donde apuestan por la teoría de la conspiración contra el Rey de Francia. Los leones de Tsavo, fue el argumento de “Los Demonios de la noche”, en la que se dejan de teorías y no dan ninguna explicación, salvo que fuera un castigo de la Madre Naturaleza contra el ser humano. Ni que decir tiene, que sólo es la punta del iceberg y que sólo hay que indagar un poco más, para darse cuenta de las maravillosas y terroríficas criaturas, que pueblan esta tierra.


EL CHUPACABRAS
Y LAS MUTILACIONES DE GANADO



Esbozo de como puede ser dicho ser

El misterio de las mutilaciones de ganado comenzó en Estados Unidos.

El primer suceso de estas características tuvo lugar en septiembre de 1967 en El Valle de San Luis (Colorado), cuando una yegua llamada Snippy apareció en su rancho muerta y desprovista de carne desde el cuello para arriba. Daba la impresión de que con un objeto mecánico había sido cortado, dejando a la vista tan solo la columna. Todos los órganos internos del pecho le habían sido extraídos con precisión quirúrgica y la médula espinal había desaparecido. A estas conclusiones llegó John Altshuler, licenciado en patología y hematología de la universidad de Denver, quien descubrió que se habían utilizado altas temperaturas para efectuar los cortes. Solo la aparición en el campo quirúrgico, años después, del láser portátil podría explicar los hechos. Pero, ¿quien disponía en 1967 de estos láseres?

Durante los años setenta las mutilaciones de ganado asolaron los ranchos y diezmaron las economías de decenas de rancheros del sur de los Estados Unidos. Estados como Nuevo Mexico o Texas fueron los más afectados. Miles de carneros, búfalos, vacas y toros aparecieron por doquier extrañamente mutilados.

Víctima del Chupacabras
Gracias a la ley de libertad de información, vigente en Estados Unidos, el FBI se ha visto obligado a poner a disposición del público cientos de folios de información, hasta hace poco reservada, sobre diferentes fenómenos paranormales. Al contrario que en el resto de los documentos -la mayor parte dedicados al fenómeno OVNI-, la información del FBI sobre 15 animales mutilados el 24 de mayo de 1978 cerca de Dulce, Nuevo México, va más allá de simples partes policiales y memorandos entre instancias oficiales.

La investigación de las muertes fue orquestada por el oficial cabo Valdez y contó con el apoyo científico del centro sanitario de ganado de Nuevo México y el laboratorio médico de los álamos (universidad de California), dos centros oficiales. Además, participaron en las pesquisas otros tres laboratorios privados.

Valdez, en sus arriesgados informes, notifica la presencia de extrañas luces y misteriosos helicópteros negros en los lugares de las mutilaciones antes y después de que las reses aparecieran muertas.
Heridas causadas por el "animal"

La oleada de mutilaciones del segundo lustro de los años 70 finalizó, y durante casi diez años el asunto pasó a segundo plano. La aparente tranquilidad no fue obstáculo para que algunos investigadores siguieran profundizando en el asunto. Sin duda, quien más se empeñó en descubrir la verdad fue la estudiosa Linda Moulton Howe, que en 1981 presento un documental televisivo llamado una extraña cosecha, en el cual analiza casos como los expuestos. Dos años después, durante una estancia en Albuquerque (Nuevo México) entró en contacto con Richard Doty, un conocido agente de los servicios de inteligencia norteamericanos, quien afirmó que “aquel documental que hizo, disgusto a algunas personas en Washington. No queremos que las mutilaciones de animales y los OVNIS aparezcan vinculados de cara a la opinión pública”.

Howe prosiguió sus investigaciones y llegó a alarmantes conclusiones. Según ella, inteligencias extraterrestres a bordo de OVNIS, son las responsables de estos inquietantes hechos que volvieron a repetirse desde 1989. Ese año se produjeron nuevos casos en Bear Lake, Idaho (EEUU). El shériff del condado se vio obligado hasta a efectuar 16 informes que notifican la existencia de cortes precisos y carencia de sangre en las reses. En 1991 se produjeron nuevas mutilaciones. En Virginia, aparecieron 13 perros terriblemente mutilados.

Posteriores muertes en Arkansas, en las que aparecieron vacas muertas con las ubres extraídas, cortes en la lengua, en la mandíbula y otras partes del cuerpo, revelaron que para efectuar los cortes había sido necesaria una gran fuente calorífica.

¿Quien poseía esa tecnología? Si admitimos la existencia de una mano inteligente -humana o no- es indudable que su actuación es furtiva, es decir al margen de todo conocimiento público.

El chupacabras es algo más que un mito. Comenzó a hablarse de él en la primavera de 1995 en Puerto Rico. Por entonces miles de cabezas de ganado, fundamentalmente ovejas y cabras, aparecieron extrañamente mutiladas con uno o dos orificios de gran profundidad en el cuello. En muchos casos, las autopsias revelaron que las victimas se habían quedado sin sangre. Hubo quien aseguró haber visto al agresor: una especie de reptil bípedo que actuaba en silencio durante la noche y que, según algunos observadores, ejecutaba a las reses al tiempo que en el cielo aparecían extrañas Luces. Hay quien ha afirmado también haber visto al ser de tan dichosa denominación entrar y salir de OVNIS.
Los OVNIS, ¿responsables de las muertes?
La mencionada Linda M. Howe ha mantenido desde siempre que son los extraterrestres quienes operan detrás de estos hechos. El caso más sorprendente de todos los que menciona es el de Judy Doraty, quien en 1973 observó como un ternero se elevaba en el aire en el interior de un haz de luz amarillo. A partir de ahí, su historia se complica.

Según todas las evidencias, tras la reseñada observación, Judy sufrió una abducción en compañía de su hija Cindy. Según relató bajo hipnosis, realizada por el doctor Leo Sprikle, en el interior del objeto observó tejidos de un ojo, de una lengua y de los genitales de dos animales mutilados. Sus captores fueron descritos como delgados, con grandes cabezas, ojos amarillentos con pupilas verticales y cuatro dedos finos y largos.

John Carpenter, investigador OVNI e hipnoterapeuta de Missouri, condujo la regresiones de Cindy, la hija de Judy. A ambas les ocurrió algo parecido a lo sufrido por Myrna Hansen y su hijito, quienes observaron en Cimarron, Nuevo México, como dos seres vestidos de blanco manipulaban una vaca. Los dos fueron abducidos a bordo de unos discos plateados y conducidos- según creían- a una especie de subterráneo que ubicaron en Las Cruces, en el mismo estado sureño.

Las madres, en los dos casos, fueron sometidas a una extracción de ovulos.

Howe localizó el testimonio de una mujer de Missouri, llamada Jane Robinson, que desde niña había sido abducida en repetidas ocasiones por una serie de extraterrestres reptilianos. Este caso ha sido minuciosamente investigado por John Carpenter. Pese a la prudencia que debemos tener ante testimonios como este, es conveniente citar parte de sus

declaraciones, ya que resultan ciertamente clarificadoras:

“Son variables, réplicas manufacturadas que sirven como trabajadores, señuelos, vigilantes de laboratorio y enviados. Esos son los grises. Los más antiguos se parecen se parecen a mantis religiosas: son los bisabuelos de muchas especies, los supervisores de la exploración y de la investigación. Utilizan sustancias procedentes de las vacas en un proceso bioquímico esencial para su supervivencia. El material de ganado que emplean contiene la cantidad correcta de proteínas necesarias para la absorción bioquímica...” “El método consiste en la recopilación de tejidos celulares y órganos extraídos por medio de un rayo de fotones de energía. Se extraen los fluidos y se rellena el sistema circulatorio con un sustituto hidrostático...”

“Se recoge tejido de bioplasma seleccionado, se almacena y se procesa para distintos usos. El tejido bovino es el que más fácilmente se procesa para la realización de réplicas...”
“La unión genética de cromosomas individuales dentro de una matriz de ADN puede usarse para eliminar los rasgos desfavorables y las imperfecciones físicas, lo que da lugar a una raza más fuerte. El producto mejorado puede, así, dar sistemas biológicos avanzados para las generaciones futuras, lo que, en efecto, en último término beneficia a la especie...”
             Es muy posible que retomemos este tema en el futuro, pues es un tema muy jugoso…, del que es imposible no hincarle el diente.

Nessie, el habitante más famoso de Escocia

Para situarnos, el famoso lago Ness se encuentra cerca de la ciudad Inverness, en Escocia, y es un profundo lago de agua dulce.


Localización del lago Ness


Por otro lado, referente a su aspecto, comúnmente se le atribuye a que tendría las mismas características y dimensiones que un Plesiosaurio (del cuál hablaremos más adelante).
El cuerpo, salvando las obvias diferencias de tamaño, sería como el de una tortuga, sin caparazón y con un cuello extremadamente largo.


Ahondando su origen, nos encontramos con que hay diferentes fuentes, rumores o leyendas.
Pero probablemente el primer caso o al menos del que se tiene constancia, sería en el año 565.
Retrato de Columba de Iona
El protagonista de este avistamiento sería Columba de Iona, también conocido como San Columba. (destacada figura entre los monjes misioneros gaélicos que reintrodujeron el cristianismo en Escocia a comienzos de la Edad Media), el cuál según unos textos del siglo VI sobre su vida, se asegura que salvó a alguien del supuesto ataque de un animal marino.
 Aunque también hay otras personas que piensan que lo que pudo avistar Columba serían kelpies (nombre escocés otorgado a un espíritu del agua capaz de cambiar de forma, el cual habita en los lagos (Loch) y estanques de Escocia. En sus apariciones usualmente se describía con la forma de un caballo, pero es capaz de adoptar una figura humana de igual manera. Muy popular dentro del folklore escocés).
Haciendo un pequeño inciso aclarativo, el lago Ness es también muy recurrente en avistamientos de espíritus o criaturas “fantásticas” por así denominarlas, no solo Nessie; por lo que no en vano se le conoce también como el lago Kelpie.
Como último dato sobre este suceso en concreto, hay que aclarar que tanto la anatomía que se describió del ser protagonista del avistamiento, como de los kelpies no coinciden con el aspecto que se le atribuye en la actualidad a Nessie. 

Kelpie en forma animal
Kelpie en forma humana retratado por el famoso pintor inglés Herbert James Draper, en 1913.


Pasamos a 1868, año en el cual se publicó un artículo en el Inverness Courier, sería el primer artículo como tal en hablar o hacer hincapié sobre rumores acerca de la existencia de un «pez enorme u otra criatura» en la profundidad de las aguas.
Más en la actualidad, nos encontramos con que en los años 1930-1932 y 1933 respectivamente hubo todo tipo de artículos o gente contando sus experiencias de avistamientos en el lago Ness; principalmente se le describía como “monstruo marino enorme” “cocodrilo de grandes dimensiones” o simplemente “criatura marina desconocida”.
Podríamos considerar que este fue el auge o punto álgido sobre avistamientos, rumores sobre Nessie.

Como habíamos dicho antes, su supuesto aspecto es altamente parecido al Plesiosaurio, que en su momento fue una clase de dinosaurio marino prehistórico. 

Calco de un fósil de plesiosaurio
Según los fósiles de plesiosaurios pertenecientes a la era mesozoica, indican que este animal prehistórico debió ser un animal físicamente enorme, con un cuello alargado, por el contrario tendría una cabeza pequeña y dos pares de aletas que le servirían para propulsarse o desplazarse bajo el agua.

Para hacernos una idea de su aspecto

Sin embargo, los científicos, e incluso actualmente también la gran mayoría de los criptozoólogos; sugieren que esta hipótesis sería algo altamente inverosímil.
Por motivos como que se necesitaría tener una colonia de crianza de tales criaturas para que pudiesen experimentar una supervivencia a largo plazo o también señalan que el lago Ness no es lo bastante grande o productivo para tener una biomasa que pueda mantener incluso a una familia pequeña de estas criaturas.





 Curiosidades

- Nessie es sin duda una parte emblemática de Escocia, enriquece altamente su, de por sí ya consistente, folklore y por si fuera poco es mundialmente conocido, por lo que a veces es incluso motivo de turismo.

- En 2005 se realizó el triatlón más importante de Escocia en el famoso lago. Los organizadores decidieron asegurar a todos los participantes contra ataques o mordidas del monstruo del lago Ness.
Debido a esto los fanáticos del monstruo marino se sintieron ofendidos, pues se considera que Nessie es amigable e inofensivo.
Supuesta primera fotografía captando a Nessie

-  El doctor Robert Kenneth Wilson es el autor de la foto más famosa de esta criatura fantástica. 

Dicha fotografía fue tomada en 1934.
Desgraciadamente, décadas después se acabaría descubriendo que la foto era falsa, había sido recreada la silueta de la criatura mediante un falso cuello hecho con arcilla y adherido a un submarino de juguete.
Evidentemente, se hizo para conseguir una notoria fama en aquél momento.




- Comúnmente se le conoce como Nessie, como ya hemos visto, pero la criatura de hecho tiene un nombre pseudo-científico: “ Nessiteras rhombopteryx “
El término fue dado por el respetado naturalista, pintor y ornitólogo británico Sir Peter Markham Scott y al fotógrafo submarino Robert Rines. Acuñaron dicho nombre en diciembre de 1975. Scott siempre fue un creyente entusiasta de la existencia y seguidor de la criatura marina Nessie
El nombre podría ser traducido más o menos como "el monstruo de aleta romboidal de Ness”




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Por: Aurifex, Pepín y Dela


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