jueves, 24 de enero de 2019


Los Misterios de El Monasterio

de San Lorenzo de El Escorial




Felipe II, el monarca atraído por lo oculto
     El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial tiene más de 400 años de historia y está rodeado de un halo de misterio y de leyendas. Se encuentra en la Comunidad de Madrid, a escasos 50 kilómetros de la capital. Sus cientos de estancias han visto pasar a los reyes de España desde Felipe II, quién ordenó su construcción en 1563. Una construcción ambiciosa y megalómana que duró hasta 1584. Fueron años que la llenaron de misterios y leyendas. Y he aquí algunas de ellas. Unas curiosas y otras inquietantes. MUY inquietantes....

      1.    Las puertas del infierno.

      La primera de las leyendas es la que dice que el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, se construyó en ese lugar porque se pensaba que allí estaban situadas las puertas del infierno y con él encima, éstas podrían taparse. El origen de esta creencia es difuso. Por un lado se piensa que es porque allí había una mina con sus profundas galerías pero por otra parte se alude a una gran tormenta que ocurrió el día en el que los técnicos del rey fueron a inspeccionar lugares para su emplazamiento y los relámpagos y rayos que allí cayeron les hicieron decidir que lo construirían ahí. En la zona en la que se halla situado, el magnetismo terrestre hace que las brújulas se alteren, lo que lleva a pensar que pueda estar construido sobre un vórtice energético. Además, se dice que la silla de Felipe II, (que es un conjunto de piedra de forma escalonada, desde donde el monarca supervisaba la construcción de El Escorial), está construida sobre un altar vetón (pueblo celta que ocupó el oeste de la Península antes de la llegada de los romanos), donde se celebraban sacrificios de animales y presumiblemente humanos en la Antigüedad. 

      2.     La pisada del Diablo. 

La pisada del Diablo
          En el camino que sube hacia el monumento llamado La Silla de Felipe II, unos mil metros antes de llegar se encuentra un mirador llamado "La pisada del Diablo" o "La huella del Diablo", donde se puede apreciar un pequeño socavón o cráter en el suelo de granito. Está dentro de los límites de la finca de "Los Hermitaños". Se dice que ya desde el sigo XVI el Diablo recelaba de aquel lugar (bosque de la Herrería) donde había multitud de Ermitas. La leyenda de esta peculiar cicatriz en la roca cuenta que una muchacha llamada Martiña, devota de la Virgen María, se encontró el Diablo disfrazado de peregrino. El hombre intentó persuadir a la muchacha para que renegara de la Virgen. Ante la negativa de ésta el Diablo mostró su verdadera forma, y enfurecido saltó sobre la piedra provocando una fuerte explosión que formó la huella en la roca, antes de precipitarse al abismo.

3.     El perro negro.

       Cuenta la leyenda que una vez iniciadas las obras, un perro negro se paseaba por las noches y con sus ladridos interrumpía las obras. El rey Felipe II decidió que le dieran caza y una vez muerto lo colgaron de una de las torres donde su cadáver permaneció durante mucho tiempo. Se pensaba que podía ser un enviado del infierno ya que allí se supone que había una de las puertas por las que se accedía a él. Años más tarde, cuando el rey se retiró allí para morir, afirmaba que seguía oyendo los ladridos.

4.      En busca de la piedra filosofal.

La gran Biblioteca de Felipe II
Dicen que Felipe II estaba obsesionado con la piedra filosofal y que utilizaba la alquimia y a los alquimistas para dar con ella. Por este motivo, Felipe II reunió en la gran biblioteca del monasterio, gran cantidad de libros y tratados relacionados con esta misteriosa ciencia, así como literatura sobre magia y astrología. De hecho se dice que llegó a consumir brebajes. Pero lo cierto es que Felipe II estaba interesado en la alquimia por su delicada salud porque creía que a través de esta ciencia mejoraría. Mandó construir la llamada Casa de Aguas, que estaba destinada a enfermería y botica, pero que en la práctica se utilizó como un enorme laboratorio de alquimia donde, entre otras cosas, se trató de encontrar la piedra filosofal. La biblioteca también es un lugar clave en la historia esotérica de El Escorial. Felipe II colocó a su cargo a Benito Arias Montano, que formaba parte de la sociedad secreta cristiana Familia Charitatis (‘Familia de la Caridad’) y a quien el duque de Alba había encargado en 1569 la elaboración de un nuevo Index librorum prohibitorum, el catálogo de libros prohibidos por la Iglesia. Allí se encuentran más de 40.000 libros y 2.500 manuscritos de los siglos V al XVII, miles de ellos dedicados a la brujería, la alquimia, la demonología y los conjuros, como el tratado de magia Enchiridion de León III, lo que la convirtió en la biblioteca más importante de libros de magia. Muchas de estas obras estaban prohibidas por la Iglesia. 
Quizá el rey Felipe II mantuvo una guerra oculta contra el mal y de ahí viniera su pasión por los libros de magia, la alquimia… y también por las reliquias. No en vano, El Escorial reúne una de las mayores colecciones de reliquias de todo tipo, a las que se atribuía el poder de la salvación del alma o del cuerpo, provenientes de todos los rincones de España y de Europa, hasta alcanzar un número que según se dice supera las 7.000.

5.      Sala de los secretos.

Muy poca gente conoce que esa pequeña sala oscura y sin ningún ornamento que está después del panteón de Infantes es conocida como sala e los secretos. Y es que Juan de Herrera, el arquitecto, consiguió que dos personas colocadas en ángulos opuestos pudieran conversar, sin chillar y con enorme claridad, mientras que los que estaban en medio no oían nada.

     6.     La parrilla.
 
  Dicen que la planta del monasterio está inspirada en una parrilla en alusión a la muerte que tuvo San Lorenzo (quemado), esta es una de las leyendas más macabras. 




     
      7.      La llave maestra.

Durante el reinado de Felipe II, a todos los súbditos que tenían llaves de las estancias les llamaba la atención que ellos tuvieran varias llaves y tuvieran que dar tres vueltas en cada puerta para abrirlas, y el monarca solo tuviera una y con una vuelta en cada puerta bastara. 

  8.      El renegado.
Vista del monasterio
Una de las mejores leyendas es la del renegado. Cuentan que un obrero del monasterio, creyendo en los rumores de que el rey no podría sufragar los gastos de tan magna obra, se hizo con una bolsa llena de monedas y huyó al monte con tan mala suerte que cayó en una ciénaga y se hundió allí con todo el dinero que había robado, de ahí que se diga que en el pecado llevó la penitencia. 

    9.      Las esposas de Felipe II.

       Ya hemos hablado de algunas apariciones en el monasterio. También se decía que las cuatro mujeres de Felipe II (María de Portugal, María Tudor, Isabel de Balois y Ana de Austria) paseaban, después de muertas, con cirios en sus manos por la lonja del monasterio durante las noches de luna llena. 
     
      10.   Apariciones de la Virgen.

Luz Amparo Cuevas
Esta es una de las leyendas recientes. ¿Os suena el nombre de Luz Amparo Cuevas? Se hizo muy conocida porque entre 1981 y 2002 afirmó ser testigo de varias apariciones de la Virgen junto al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y de hecho el lugar continúa siendo a día de hoy de peregrinación. Curaciones milagrosas, estigmatizaciones o movimientos del Sol son algunos de los fenómenos que supuestamente se han producido allí.


  11.      Estatua de San Lorenzo.

Estatua del San Lorenzo
      Estaba claro que (el protagonista) que da nombre al municipio de San Lorenzo de El Escorial tenía que tener una estatua en el monasterio y sobre él también recae una leyenda: se dice que la figura mira hacia la montaña que tiene en frente, hacia el lugar donde dicen que hay escondido un tesoro que nunca ha sido hallado.





Quisiera remarcar que según se cuenta, todas las relíquias que Felipe II fue adquiriendo a lo largo de los años, eran parte del plan para sellar la puerta del infierno, que se esconde en los túneles del sótano de El Escorial. Estaban dispuestos en ciertos lugares especiales, con el propósito de formar una gigantesca cruz. Tal y como está edificado el monasterio si se ve desde el cielo. Nada se dejó al azar en su edificación. De hecho, incluso el dictador Francisco Franco, sabiendo el poder que existe en el lugar, ordenó construir El Valle de los Caidos en línea con El Escorial y el monte Abantos.
El propio monte Abantos, es un lugar de avistamientos OVNI y otros extraños fenómenos desde hace siglos. Las mediciones de los expertos han demostrado que en el lugar hay alteraciones energéticas telúricas.

Como veis, un lugar lleno de misterios, que se quedarán sin desentrañar durante muchos siglos más. ¿A caso no oís los ladridos del perro negro? 

✝️ * 🐺 * 👑



POR: AURIFEX
 

viernes, 11 de enero de 2019

H. H. Holmes: 
El primer asesino en serie de Estados Unidos
 
Herman Webster Mudgett
           Su nombre era Herman Webster Mudgett y nació en Gilmanton, New Hampshire, el 16 de mayo de 1861. También fue conocido como Dr. Henry Howard Holmes o simplemente «Dr. Holmes». Hijo de un padre abusivo y una madre puritana, muy pronto manifestó odio hacia las mujeres, especialmente aquellas con fortuna. Un interés poco corriente que lo enmarcaría como un Don Juan del crimen. De muy joven mostró interés en la medicina, solía realizar cirugías rudimentarias en animales solo por curiosidad y robaba cadáveres de la escuela de medicina, para realizar fraudes al seguro. A los dieciocho años se casó con una rica joven llamada Clara Louering para pagar sus estudios de medicina, la arruinó y una vez obtenidos sus diplomas en la Universidad de Míchigan, la abandonó para irse a vivir con una viuda. La viuda le sirvió para todas sus necesidades, gracias a las rentas de su respetable casa de huéspedes. Siendo ya médico, dejó a aquella segunda conquista, ejerció durante un año en el estado de Nueva York y fue después a establecerse en Chicago.
 Guapo, con aire distinguido, siempre elegantemente vestido, y su representativo mostacho, Mudgett tenía innumerables éxitos amorosos. Al llegar a su nueva ciudad no tardó en seducir a una joven millonaria llamada Myrta Belknap. Tomó el nombre de Holmes como homenaje al personaje de Arthur Conan Doyle y se casó con Myrta. Gracias a unas falsificaciones de escrituras, estafó 5,000 dólares a su familia política para hacerse construir una casa suntuosa en Wilmette.
Más tarde consiguió en las afueras de Englewood, en el estado de Illinois, la herencia de una farmacia propiedad de una viuda de quien se hizo su amante y hombre de confianza. A base de falsificaciones de contabilidad y de malversaciones de fondos, logró hacerse dueño de la totalidad de sus bienes y después la hizo desaparecer. Presumiblemente asesinándola.

El Castillo de Holmes
Para construir su castillo, el "Holmes Castle", el Dr. Holmes recurrió a varias empresas, a quienes nunca pagaba e interrumpía pronto sus obras. De esa manera, él era el único en conocer en detalle un edificio cuyo extraño arreglo habría podido suscitar la curiosidad. Se estaba preparando la exposición de 1893, que debía atraer a Chicago una cantidad considerable de gente, incluidas mujeres guapas, ricas y solas. Holmes adquirió un terreno gracias a una serie de estafas y emprendió la construcción de un hotel con aspecto de fortaleza medieval, cuya disposición interior concibió él mismo. Cada una de las habitaciones del inmueble estaba provista de trampas y puertas correderas que daban a un laberinto de pasillos secretos desde los cuales, por unas ventanillas disimuladas en las paredes, el doctor podía observar a escondidas a sus clientes. La 2ª planta estaba diseñada para desorientar a los clientes.

2ª Planta del "Castle of Horrors"
Disimulada bajo el entarimado, una instalación eléctrica le permitía seguir en un panel indicador instalado en su despacho el menor desplazamiento de sus futuras víctimas. Con abrir unos grifos de gas, podía asfixiar a los ocupantes de algunas habitaciones sin desplazarse.

Un montacargas y dos "toboganes" servían para hacer bajar los cadáveres a una bodega donde según los casos, eran disueltos en una cubeta de ácido sulfúrico, reducidos a polvo por incineración, o hundidos vivos en una cuba llena de cal. En una habitación llamada "el calabozo" había instalado instrumentos de tortura. Una de las máquinas instaladas llamó especialmente la atención de los periodistas: un autómata que permitía hacer cosquillas en la planta de los pies de las víctimas hasta matarlas de risa. También había habitaciones insonorizadas y paredes cubiertas de metal con sopletes para torturar a las víctimas.

El Holmes Castle fue terminado en 1892 y la Exposición Universal de Chicago abrió sus puertas el 1 de mayo de 1893. Durante los seis meses que duró, la fábrica de matar del Dr. Holmes no se desocupó. El verdugo escogía a sus "clientas" con precaución, tenían que ser ricas, jóvenes, guapas, estar solas, y para evitar las visitas inoportunas de amigos o familiares, su domicilio tenía que estar situado en un estado lo más alejado posible de Chicago. Con el final de la exposición, las rentas del hotel acusaron una caída brutal y Holmes se encontró pronto corto de dinero. Para procurarse ingresos incendió el último piso de su inmueble y reclamó a su asegurador una prima de 60 000 dólares, sin pensar que la compañía podría hacer una investigación antes de pagárselos. Una vez descubierto, el doctor se refugió en Texas, donde realizó estafas que lo llevaron por primera vez a la cárcel. Liberado bajo fianza unos meses después, ya había planeado su siguiene operación criminal.Nadie sospechaba el monsruo que era en realidad.

Benjamin Pitezel
La idea era sencilla: un cómplice, llamado Pitezel, debía hacerse un seguro de vida en una compañía de Filadelfia. Luego se presentaría como suyo un cadáver anónimo desfigurado por un accidente. La prima que cobraría la sra. Pitezel sería repartida y el "muerto" iría durante algún tiempo a hacerse olvidar a Sudamérica. Sin embargo Holmes cambió de planes y mató realmente a Pitezel, evitándose la búsqueda de un cadáver desfigurado y quedándose con todo el dinero de la prima, ya que luego se deshizo de sus hijos.

Sin embargo, un antiguo compañero de celda, Marion Hedgepeth, le denunció, y la policía realizó una investigación. Las pesquisas esenciales fueron conducidas por el detective privado Frank Geyer, quien tuvo el mérito de descubrir la verdadera identidad de Holmes y que trabajaba para la renombrada Agencia Nacional de Detectives Pinkerton, contratada entonces por la compañía de seguros. Como resultado de ello, Holmes confesó la estafa a la aseguradora y los asesinatos de Pitezel y su familia.

Detective Frank Geyer
Una vez detenido el criminal, la policía registró el hotel, y se descubrió que éste había sido utilizado como lugar de tormento y sala de ejecuciones. Los agentes encontraron cámaras herméticas desde las cuales se podía bombear gas, un horno lo bastante grande para contener un cuerpo humano, cubas de ácido, y habitaciones equipadas con instrumental quirúrgico de disección así como toda la parafernalia de la tortura. En el juicio un testigo de la acusación describió su trabajo como empleado de Holmes, quien lo había contratado para que le descarnara tres cadáveres a razón de 36 dólares por cadáver. Mientras estuvo encarcelado escribió una diario de 256 páginas, su propia historia de los hechos, con la que intentó convencer al público de su inocencia antes de que fuera condenado.
Alguno de los pasadizos y trampas

Pero Henry Howard Holmes fue condenado a muerte por el Tribunal de Filadelfia y ahorcado el 7 de mayo de 1896, contando entonces con treinta y cuatro años, pocos días antes de su cumpleaños. Ante el tribunal, Holmes afirmó haber asesinado a veintisiete personas a lo largo de su vida. Sin embargo, esta cifra es poco creíble, porque el acusado confesó haber matado a personas que en ese momento seguían vivas, burlándose de la justicia. Aunque no se sabe con certeza el número de víctimas, los descubrimientos hechos en su castillo por algunos criminólogos sugieren que fueron cerca de doscientas mujeres.


En 2017 sus bisnietos, John y Richard Mudgett y Cynthia Mudgett Soriano, exhumaron sus restos para asegurarse de que el cuerpo del ataúd fuera el suyo. Dado su historial y sus artes expertas para evadirse, los rumores surgieron poco después de su muerte. Según los datos históricos antes de su ejecución pidió un ataúd el doble de profundo cubierto con cemento húmedo para evitar que sus restos pudieran ser robados y disecados. Los periódicos escribieron que la ejecución de Holmes fue espantosamente científica, metódica y expedita. El problema es que tratándose de Holmes se corrió el rumor de que pudo fingir su muerte. Tales teorías de la conspiración implicaron al médico sobornando a funcionarios en la prisión para sustituir por un cadáver a su propio cadáver y huir a Sudamérica.

Herman Webster Mudgett
Según contaron los medios, dos horas después de su muerte, partía del patio de prisión un vagón funerario que contenía un ataúd con el cuerpo de Holmes (o quizás con Holmes vivo). Para añadirle más misterio poco después aparecía la figura de Robert Lattimer, un hombre en su momento de confianza de Holmes, que afirmaba haber visto cartas que demostraban que el médico había engañado a sus abogados, al cura y a los funcionarios de la cárcel para enterrar a un hombre muerto en su lugar. Es curioso, porque Lattimer fue una de las personas que Holmes aseguraba haber matado, una prueba más de las mentiras que dijo antes de morir. Lattimer nunca enseñó tales cartas, aunque afirmaba que Holmes escapó a un hotel de Nueva York, para más tarde perderse en una ciudad de Paraguay. Nada de esto pudo ser confirmado.

Para poner fin al misterio, el equipo de forenses que desenterró el cadáver de Holmes, confirmó que efectivamente, dichos restos mortales eran los suyos. Como curiosidad, hay que decir que el cuerpo estaba parcialmente momificado, y que conservaba incluso su característico bigote intacto.

 Así se puso punto final a un misterio de más de cien años.

 Holmes es considerado uno de los primeros
asesinos en serie reconocidos en los Estados Unidos.
 🔪😨
 
Dibujo que muestra la distribución de las habitaciones de tortura





Por: AURIFEX

martes, 1 de enero de 2019



 JACK PARSONS, EL HOMBRE
QUE UNIÓ CIENCIA Y MAGIA.
EL OCULTISTA CIENTÍFICO
 
Marvel Whiteside Parsons
Me gustaría hablaros de Marvel Whiteside Parsons, o como se le conoce comúnmente: Jack Parsons. Este hombre nació el 2 de octubre de 1914 en Los Ángeles, California, en EE. UU. Y aunque no os suene su nombre, gracias a él pudimos llegar al espacio y hasta hoy seguimos haciéndolo.

Jack Parsons fue un ingeniero y químico, cofundador del Laboratorio de Propulsión a Chorro. Inventó el motor de los cohetes y fue un pionero del combustible sólido y líquido. Gracias a él existe el Programa espacial y llegamos a la Luna. Antes y durante la Segunda Guerra Mundial, mantuvo largas conversaciones telefónicas con Wernher von Braun y otros pioneros de la ingeniería aeroespacial. Ahora sólo se recuerda a Von Braun (presumiblemente un ex nazi) como padre de los cohetes y el actual programa espacial americano y la NASA, siendo Parsons relegado al olvido y al ostracismo.

 
Wernher von Braun

           En su juventud, Parsons, leyó muchas revistas de ciencia ficción y de ahí, nació su interés por los cohetes. Ese interés pronto se convertiría en obsesión. Como en obsesión también se convertiría su interés en el ocultismo. En 1928 comenzaría sus experimentos amateurs con los cohetes junto a un compañero de clase. Por culpa de la Gran Depresión, que le provocaron serios problemas financieros, tuvo que dejar la Universidad de Stanford. En 1934 formó parte con sus antiguos amigos, de (GALCIT), siglas de: (Laboratorio Aeronáutico Guggenheim del Instituto de Tecnología de California).
Jack y su equipo durante una de las pruebas
La Puerta del Diablo
         

       
         En 1936 y durante los años posteriores, en Arroyo Seco, Pasadena, Condado de Los Ángeles; cerca del laboratorio, Parsons y a su equipo efectuaron sus experimentos y sus lanzamientos de cohetes, pero ya lo hacían acorde a las instrucciones de Parsons, esas instrucciones extrañas incluían realizar las pruebas en días específicos, como por ejemplo el día de Halloween. El día en que los muertos se pasean por nuestro mundo, según dicen. Cerca hay un río seco que cuando llueve se convierte en un río furibundo, que nace en las montañas de San Gabriel; en esas montañas construyeron una presa en un lugar llamado La Puerta del Diablo. Llamado así por los indios que vivían en la zona antes de que el hombre blanco llegara. Hay una roca que aflora al lado de la presa, que tiene la forma del rostro de un demonio. Un lugar extraño donde Parsons realizó sus experimentos científicos…, y algo más siniestro. Estaba convencido de poder abrir la puerta del infierno mediante la magia y la ciencia.




En la roca se percibe un rostro demoníaco
En 1939, el Laboratorio Aeronáutico obtuvo fondos de la Academia Nacional de Ciencias (NAS) para trabajar para el ejército de los EE. UU., en el (Jet-Assisted Take Off), (JATO) para abreviar. En español quiere decir (despegue asistido por chorro). En el mismo año tuvo una breve implicación con el marxismo, pero sus intereses siguieron por otros derroteros mucho más… misteriosos. Después de la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, en 1942 fundaron Aerojet para desarrollar y vender su tecnología JATO. Y el Grupo GALCIT se convirtió en JPL en 1943



Aleister Crowley






En 1939 y como el marxismo no le convenció se unió a Thelema, que quiere decir “VOLUNTAD” en griego, un nuevo movimiento religioso del ocultista inglés Aleister Crowley. Este hombre decía ser un mago negro, llamándose a sí mismo 666 o La Bestia. Su lema era “Haz lo que quieras” En 1941, junto con su primera esposa Helen Northrup, Parsons se unió a la Logia Ágape, la rama californiana del Thelemite Ordo Templi Orientis (OTO). A instancias de Crowley, se convirtió en su líder en 1942 y dirigió la Logia desde su mansión en Orange Grove Avenue. Parsons fue expulsado de JPL y Aerojet en 1944 debido a la infamia de la Logia y las actividades supuestamente ilícitas, junto con su conducta peligrosa en el lugar de trabajo.



El físico Robert Cornog
Helen Northrup
Esas actividades ilícitas eran rituales de magia negra que incluían drogas alucinógenas como el peyote y la mescalina, además de opiáceos, cocaína y anfetaminas y sexo desenfrenado. Aunque Parsons la llamaba “magia sexual”. El intercambio de parejas era algo normal y las orgías eran frecuentes. Pronto empezaron a acudir más adeptos a la mansión de Parsons donde sus rituales se habían hecho famosos. Uno de sus amigos del mundo de la ciencia, no perteneciente a la Logia, fue el físico del Proyecto Manhattan Robert Cornog. Así de importantes eran sus invitados. Científicos, eruditos y toda clase de personalidades. Todas atraídas por el desenfreno sexual, las drogas y el misticismo.

L. Ron Hubbard
Represenación del Dios Pan
Una de las más destacables fue el escritor de ciencia ficción y ex agente de inteligencia del ejército L. Ron Hubbard. Posteriormente el creador de la seudo religión de la Cienciología. Parsons argumentaba que sus creencias religiosas y mágicas no contradecían su labor científica y realizaba oraciones al dios griego pagano Pan, antes del despegue de cada cohete.






Debido a estos escándalos fue expulsado del JPL en 1944 y condenado al ostracismo, evitándole trabajar en lo que mejor sabía hacer: cohetes. Incluso años después, en 1950, se le llamó a declarar ante el Congreso por sus actividades escandalosas, creyéndole comunista o fascista. Toda una campaña de desprestigio fue lanzada contra él de la que se defendió arguyendo: “La única religión que practico en este momento es el de la libertad individual. Libertad absoluta para que el individuo siga su propio camino. Nadie puede hacer eso por otro ser humano, cada cual tiene que llegar a ese descubrimiento por sí mismo. La única restricción que añadiría, es que hay que hacerlo sin interferir en el camino de otro. No hacer daño. Si hay algo más antifascista, anticomunista y más americano que eso, me gustaría saber qué es.”

Sara Northrup
En 1945, Parsons se divorció de su esposa Helen, por tener una aventura con su hermana, Sara, menor de edad. De todas formas duró poco, pues ella decidió liarse con Hubbard. A pesar de eso, Parsons y Hubbard siguieron siendo amigos y continuaron con sus rituales de “magia sexual”, intentando invocar a una diosa llamada Babalon. Aun así los celos y el mal rollo era tangible para todos los que vivían en la mansión de los Parsons. Hubbard se acostaba con todas, pero siempre volvía con la pareja de Parsons.
El Sello de la Diosa Babalon





La prostituta de Babilonia, por W. Blake









Parsons quería invocar a Babalon como un proyecto personal e inspirado en lo que su maestro y amigo Crowley creía. Aleister se inspiró en el libro del Apocalipsis, en el personaje “la prostituta de Babilonia” que montaba a “La Bestia” de siete cabezas y diez cuernos, y era la madre de todas las abominaciones. El mago creía que invocándola, traería una era de de belleza y libertad al mundo. Parsons seguía las instrucciones de invocación de los libros de Crowley y se masturbaba sobre tablillas mágicas, al tiempo que escuchaba el Segundo Concierto para violín de Sergei Prokofiev. Hubbard era su escriba y escaneaba el plano astral en busca de señales y visiones, según el escritor Richard Metzger. Al parecer, en la mansión de los Parsons, se sucedían todo tipo de actividades paranormales, voces de ultratumba, fenómenos poltergeist y apariciones fantasmales que vieron varios testigos. Todo esto conjurado por los rituales de Parsons, que incluso invocaron a una banshee, el espíritu de una mujer, que según el folclore irlandés, aparece para anunciar la muerte de un familiar mediante gritos y lamentos. Esta aparición gritó golpeando una de las ventanas de la mansión y marcó de por vida a Forman, uno de los amigos más antiguos de Jack.

Marjorie Cameron
Representación de Babalon
Su último ritual para invocar a la diosa Babalon, tuvo lugar en el desierto de Mojave a finales de febrero de 1946, durante el cual Parsons decidió abruptamente que su empresa estaba completa. Al volver a su mansión se encontró con una mujer esperándole en la puerta, se llamaba Marjorie Cameron, ilustradora desempleada y ex integrante de la marina que había venido a visitarlo. Se sentía atraída por el ocultismo y todo lo que rodeaba a Thelema. Creyendo que era la mujer la manifestación de Babalon que él había invocado, a principios de marzo Parsons comenzó a realizar rituales de magia sexual con Cameron, quien actuó como su "Mujer Escarlata", (otra forma de llamar a la diosa Babalon) mientras Hubbard continuaba participando como escriba. Cameron dijo no saber nada de todo aquello cuando le conoció pero después de un tiempo se convirtió en una experta en ocultismo y llegó a declarar que durante su servicio militar, había visto un OVNI. Esto supuso una señal para Parsons de que en verdad, la había invocado. A partir de entonces, Parsons intentaría otro ritual con ella en los siguientes meses.


Crowley
Libro de culto escrito en 1917
Parsons, Hubbard y Sara Northrup, decidieron hacer negocios juntos: comprarían yates en la costa este y los llevarían a California para venderlos, multiplicando las ganancias. Establecieron una sociedad comercial el 15 de enero de bajo el nombre de "Allied Enterprises". Parsons aportó 20.000 dólares de capital y Hubbard 1.200 dólares, mientras que Sara no aportó nada. Esto, aunque parezca irrelevante, pronto dejaría de serlo. Al mismo tiempo que llevaba sus negocios con bastante ligereza y confianza, e inspirado por la novela Moonchild de Crowley de 1917, Parsons y Hubbard intentaron fertilizar mágicamente a un "niño mágico" o “hijo de la Luna”, mediante su antigua novia Sara y la actual, Cameron. El hijo o hija de la Luna es un ritual por el que nacería de una mujer de forma inmaculada, una criatura que podría ser “el anticristo” o todo lo contrario. Sería un ser mágico con un poder inmenso, que sería tentado por el mal y el bien en una constante lucha por la supremacía del mundo. En uno de esos extraños rituales, Parsons acabaría queriendo abrir una puerta a otro universo en pleno desierto de Nuevo México. Curiosamente, unas semanas después de este ritual, ocurriría lo que se llamó como “incidente de Roswell”, donde un OVNI acabaría estrellándose y siendo rescatado, junto con sus tripulantes extraterrestres, por el ejército estadounidense, y llevados al Área 51. ¿Una casualidad más?
Periódico que informaba de la captura del OVNI


Finalmente, Hubbard y Sara acabaron escapándose juntos con el dinero de Parsons, dejándole casi en la ruina y obligándole a denunciarles a la policía. Parsons hizo un ritual para obligar a Hubbard a volver y ciertamente, una tormenta salida de la nada, obligó al yate de Hubbard y su amante a volver a tierra a enfrentarse con la justicia. ¿Casualidad? En el juicio llegaron a un acuerdo a cambio de que Parsons no le denunciara por liarse con Sara cuando aún era menor de edad. 


El mago negro A. Crowley
La amistad de ambos hombres se rompió finalmente en 1947 como Crowley había predicho hacía años.
Jack Parsons se vio obligado a vender su mansión y dejó la Logia Ágape, la rama californiana del Thelemite Ordo Templi Orientis. Se mudó junto a su mujer, Cameron, a otra residencia y en 1950 se tuvo que enfrentar a la sospecha de espionaje, pues al no poder trabajar con cohetes en su país, había pensado irse a Israel o a México, para vender sus conocimientos sobre los combustibles sólidos y líquidos. Le retiraron su acreditación de seguridad y le negaron cualquier permiso que tuviera para trabajar con el Gobierno. Se defendió de las acusaciones, pero terminó trabajando como mecánico y celador de hospital para llegar a final de mes. Pero incluso entonces, jamás dejó de practicar sus extraños rituales aprendidos en Thelema y de su maestro en la magia negra, Aleister Crowley. Por desgracia también, Parsons no dejó sus aventuras y sus infidelidades y tras separarse de Cameron durante un tiempo, volvieron a estar juntos para darse una nueva oportunidad.

Durante los años cincuenta consiguió trabajo en los rodajes de cine, donde fueron bienvenidos sus conocimientos en pirotecnia. Las explosiones de las películas bélicas de los años cincuenta, se las deben a su profesionalidad en el trabajo. Él y su mujer pensaban marcharse a México a trabajar en una fábrica de explosivos para el Gobierno mexicano, pero había rumores de que Parsons quería irse a México para huir a Israel, y trabajar en su carrera armamentística y sus nuevos cohetes.

Sea como fuere, el fatídico 18 de Junio de 1952, cuando tenían el equipaje preparado para marcharse, Parsons recibió un encargo urgente para crear unos explosivos para el rodaje de una película. Y mientras su mujer Cameron estaba en la compra, la casa y su marido volaron por los aires. El informe oficial dictaminó que Parsons, estando bajo los efectos del alcohol y las drogas, tuvo un accidente con una lata de café, en la que tenía fulminato de mercurio, y que al caer al suelo provocó una explosión, que se agravó por el resto de productos inflamables que poseía el fallecido, por toda la planta inferior de la casa. En el piso superior donde alquilaba las habitaciones para ganarse algún dinero, los inquilinos, tras oír la tremenda explosión, bajaron y encontraron a Parsons todavía con vida. Había perdido su antebrazo derecho, siendo amputado por la explosión, las piernas y el brazo izquierdo los tenía rotos y se le apreciaba un agujero en el lado derecho de la cara. Falleció al poco de ser ingresado en la ambulancia. La tragedia no acabó ahí, su madre, al enterarse de su muerte media hora después, se quitó la vida con una sobredosis de barbitúricos.
Agente de policía en el lugar de la explosión

Los compañeros de trabajo de Parsons no estuvieron de acuerdo con el informe policial, pues conocían lo escrupuloso que era Jack con los explosivos. También se encontró una jeringuilla con morfina tirada en el suelo, pero nadie creyó que se inyectara morfina mientras trabajaba. Siempre hubo rumores de que el Gobierno le consideraba un peligro para la Seguridad Nacional, por su interés en irse a Israel, pero finalmente fue archivado como un “accidente”. A parte de los rumores de conspiración, también se creyó que había muerto mientras realizaba en realidad, un ritual mágico para lograr algún objetivo oculto. En el saber popular se sigue creyendo que Parsons seguía obsesionado por abrir un portal a otra dimensión.






John “Jack” Parsons murió a los 37 años y la historia le relegó al olvido. Todos los descubrimientos científicos e inventos geniales, para lograr que el ser humano llegara al espacio, se vieron empañados por su vida secreta, sus escándalos sexuales y sus creencias místicas y religiosas.

Imagen del cráter Parsons


Sólo le recordaron poniéndole su nombre a un cráter de la Luna, pero irónicamente, ese cráter no podrá verse nunca, pues se encuentra en la cara oculta de la Luna. 

¿Jack Parsons fue asesinado por el Gobierno por el bien de la Seguridad Nacional, por sus creencias o porque llegó a obtener conocimientos secretos sobre el mundo sobrenatural? ¿Fue un mero accidente como afirma el informe oficial? ¿Quiso hacer algún rito mágico que salió mal? ¿Abrir una puerta a otra dimensión, tal vez?




Investiguen, lean y lleguen a sus propias conclusiones.
Persigan la verdad.

🔮🔭🚀


Por: AURIFEX